La instalación EN TUS ZAPATOS es la representación de una metáfora continuada del territorio donde se desarrolla la interacción del hombre y la mujer; el macho observa el arte de la vida donde se comienzan a deducir los códigos de la “otra”, y se pone en sus zapatos… en este caso, esta declaración estética y social pretende mostrar una problemática resuelta en el mundo ideal, a partir de un impulso masculino hacia una nueva vida: varón como actor del cambio social que resuelve la diferencia,  sin sentirse amenazado en su sexualidad, sin sentirse atacado ni empujado por falsos criterios de pertenencia y tampoco por ser señalado por ser varón. Gracias a esta mirada empática, los hombres pueden actuar desde la justicia, el respeto, la imparcialidad, la alegría y la seguridad, y tendiendo puentes que acortan la distancia entre los géneros y suprimen las causan de la violencia y permite no solo la reconciliación entre el hombre y la mujer, sino la reconciliación de las mujeres y con sus experiencias en este escenario utópico.

​https://youtu.be/qwVuFpxva24

Los materiales seleccionados en la instalación son portadores del mensaje feminista: zapatos que transmiten la idea de empatía al ponernos momentáneamente en el lugar de la otra persona,  espejos que nos reflejan que todos hemos sido en algún momento agresor y agredido; o bien, el vidrio frágil y filoso, a veces roto que marca el camino de las caperucitas cotidianas, que se transforma al hornearlo, que bien podría ser una metáfora de la resiliencia, de las personas y de los materiales transformados. También se presentan mechones de pelo: tejidos sociales de diferentes colores entre manos que sostienen a mujeres; hormas y molduras oxidadas, que representan el pensamiento machista que alimenta a nuestras cunas al nacer, pero que con el tiempo es nuestra opción modificar.
En esta pieza, como en toda la muestra, se utilizan bulbos como símbolos de iluminación. Un viejo cajón que clasifica en este caso los juicios olvidados o la in-justicia sesgada ante la violencia cotidiana por la normalización del problema por los impartidores de justicia: el reflejo más grande de la desigualdad.